Anécdotas.

El RECLUSO QUE SE CAMBIÓ POR UN HOMBRE LIBRE.. 
De un anecdotario carcelario.

Una historia que parece mas bien un cómic o una misión imposible. Fui testigo junto a otros compañeros y de cierta forma cómplice. La expongo pues de esto hace ya mas de treinta años y a nadie ya le importa. Los delitos en la República Dominicana prescriben a los diez años. 

Tonio era un joven experto en computadoras desde el momento en que esos medios llegaron al país. Se obsesionó con ellos y no solo aprendió su manejo como nadie, también conocía su mecánica interna. Armaba y desarmaba los aparatos como si fueran juguetes.

Estuvo encarcelado por cometer delitos informáticos, era una especie de Hackers como los llaman hoy.

Él era un muchacho que en ocasiones me daba la impresión de ser menor de edad, andaba en el penal con mucha inhibición y naturalidad, él había fundado un mini club de ajedrez donde pasaba casi todo el día. Era un gran ajedrecista.

Lo conocía pues era hijo de un amigo herrero que en ocasiones me asesoraba para algunos trabajos en metal.

Una mañana me visitó en mi pabellón mientras conversaba con dos compañeros, y me dijo:

— Quiero hablar algo personal contigo.

— Habla, los compañeros son de confianza- le respondí. 

—Es algo delicado, si quieres luego se lo cuentas a ellos si no hay problema. 

Ante esa situación les pedí un momento a mis compas.

Tonio me dijo que tenía planes fuera del penal y que saldría pronto pero no por la vía ordinaria, al decirme esto le pregunté si tenía planeada una fuga y me contestó que no "no las fugas como se conocen" Me dijo que tenía un amigo idéntico a él, -"somos como mellizos, él me sustituirá y yo saldré como él".

Me quede pensando para asimilar lo que acababa de oír, él me habló con una seguridad y claridad que inquietaba. Sorprendido, solo pude decirle que si él había pensado bien lo que tenía en mente. Me señaló que era en serio, que tenía semanas construyendo el plan y que su amigo ya conocía todos los detalles de su accionar en el penal. 
Me agregó que tenían un negocio fuera del país que le reportarían grandes beneficios y era totalmente legal. Me dijo que deseaba que en los primeros días ayudara a su amigo a adaptarse a su nuevo rol - con el no hay problema, tu veras-. Me señaló que sería el próximo jueves durante las visitas.

Antes de que se retirara le pregunté por qué su amigo no hacía el trabajo y me respondió, mi amigo es el autor del plan, pero no tiene mi capacidad .

Siempre he tenido la curiosidad por cosas y eventos fuera de lo cotidiano y a pesar de conocer casos extraños o fuera de lo común nunca me había enterado de algo parecido y me preocupó por la suerte que podría correr Tonio, realmente me pareció algo descabellado todo lo dicho por él.

Hable con los compañeros luego de él retirarse y me pidieron convocarlo para hacerlo desistir de tal aventura.

El día antes de las visitas lo llamé y junto a los compas hablamos sobre el plan en el ambiente, él nos agregó algunos detalles sobre el caso. Nos habló con mucha seguridad y firmeza sobre lo planeado y nos dijo que no había vuelta atrás.

El día de visitas desde temprano solo pensaba en este asunto de Tonio y tenía que verlo para creerlo. Ya en el patio lo vi vestido con un jean azul y una camiseta blanca, estaba calzado con unas chancletas sandalias y situado en medio del patio, es bueno señalar que en ese día se encontraban mas de mil personas reunidas entre reclusos y visitantes.

Al rato vi a un joven que se dirigió a Tonio con un paquete, vestido con un Jean del mismo color que tenía el recluso y con un jacket oscuro, luego se dirigieron hacia una de las entradas de los pabellones y ahí cambiaron de calzados, y Tonio se colocó el Jacket. 

Mas adelante se dirigieron al lugar donde yo hablaba con familiares y pasaron lentamente para que el amigo me conociera. Realmente era difícil saber quien era quien. 

Al terminar la hora de visitas vi a un joven dirigirse a la salida y luego a las oficinas del penal y al cabo de un rato salir hacia la libertad, era Tonio abandonando el recinto como diciendo, " adiós, te cambie mi cárcel por tu libertad"

Todos los documentos del amigo de Tonio que serían los de él se los entregó la policía en la salida, eso incluyó el pasaporte y otros que él dejó a la entrada del penal en manos de las autoridades. Todo visitante tenía que dejar sus documentos antes de entrar al patio que era el lugar donde los reclusos recibían a sus amistades y familiares.

Antes de cerrar las puertas de los pabellones me visitó el joven sustituto de Tonio, traía puesta una gorra y realmente lucía como su doble, me dijo que él es italiano pero que vivía en el país desde pequeño, quise hacerle un montón de preguntas pero me intrigó mas cuestionarlo sobre el riesgo de la aventura, él me señaló que:

— Todo esta bien arreglado, yo no tendré problemas, Tonio si pues ahora es un prófugo pero él sabe demasiado y sabe lo que hace, conmigo no hay problema, a nadie le interesa un preso y solo una denuncia nos puede fuñir y él confía en ti y tus amigos y ahora yo. Me agregó que:

—Nosotros dentro de unos días vamos a ser ricos.
Me reí al ver tanta confianza y desenfado en estos tipos pues eso mismo había visto en Tonio, no me imaginaba eso en un ambiente de tanta tensión y drama como en una cárcel. A medida que pasaban los minutos me surgían mas preguntas sobre su accionar con los reclusos cercanos a su amigo y me dijo que conocía el nombre de los vecinos de los lados de su cama y los casos mas importantes, "además él no hablaba mucho y pasaba casi todo el tiempo en el mini club que tenía". "Eso mismo haré yo", me señaló.

— En ocho o diez visitas que hice caminé todo el penal con él conociendo lo mas importante, esto para mí sera un pan con agua, me terminó diciendo. 

Italia (como lo llamaremos) no necesitó mucho tiempo para adaptarse a su nuevo rol de recluso, no habían transcurrido tres días y ya estaba en el mini club de ajedrecistas y ahí pasaba casi todo el día. Andaba en el penal de manera que parecía disfrutar de su hazaña y no era para menos, el que pueda realizar algo parecido tiene mucho de que sentirse orgulloso (viendo el caso desde su óptica).

No perdíamos oportunidad de darle seguimiento al evento y cuando Italia pasaba frente a mi pabellón, las risotadas no cesaban e íbamos de patrulla para seguirlo y ver para creer.

Después de unos meses a Tonio le llegó su libertad (en este caso la de él y la de Italia) este salió con la misma naturalidad y desenfado con que entró al penal.

Parece que a Tonio se le dieron todos sus planes, de vez en cuando nos enviaban (Tonio o Italia) paquetes de cigarrillos y unos enlatados de frutas que lucía ofensivo comerlos en público. 

Realmente nos dieron una lección que nos sentímos niños de teta ante tanta osadía y confianza en si mismo, además de la seguridad y naturalidad con que actuaron. 

Hace poco tiempo visité al padre de Tonio, hoy estudia fotografía y periodismo, el rechazaba a su hijo por la poca vida hogareña que practicaba y por su independencia. Me mostró una cámara que el hijo le envió desde el exterior y le dije que necesitaría como un año de ahorro para adquirir una así.