sábado, 29 de agosto de 2015


*Con Monstruos así, tienes que convivir. De un Anecdotario Carcelario.

En la cárcel se conocen todo tipo de historias, desde gestos de solidaridad, hasta los mas atroces actos difíciles de creer que sean obras de seres humanos, (aunque esto ya esta fuera de toda duda). La naturaleza humana ya adquirió su verdadera esencia y se manifiesta de formas muy diversas y misteriosas.

Motorcito era un recluso de carácter alegre, siempre bromeando, de caminar rápido y sin preocupación alguna. Me llamaba la atención, pues, en ocasiones retaba a otros a que le tocaran en la pierna y al mismo tiempo caminaran con él. Quien lo hacía se mostraba sorprendido y sonriente.

Un día, la curiosidad me tocó y le pregunté que cuál era el misterio, y me invitó a su clásico procedimiento, y ciertamente, al tocarlo y caminar con él, sentí un motor o aparato que giraba y producía una vibración muy notable. Me contó que sufrió un accidente y hubo que adaptarle una prótesis en la cabeza del fémur que encaja en el hueso iliaco. Esa era una de sus gracias.

En la cárcel no es de buen gusto preguntar la causa del porque te encuentras allí, solo en caso de confianza o por alguna razón especial. Un día, conversando con Motorcito, él dejó abierta la posibilidad de contar su historia y le pregunté ¿que paso?, me dijo que tenía una mujer que lo molestaba y desconsideraba, que se consideraba superior a él y además, lo tenía muy a menos y decidió darle "un ejemplo". Esperó que se durmiera y le vertió gasolina en su parte íntima y le prendió fuego. Al oír esto, en lo primero que pensé fue en las historias que se inventan algunos reclusos para "hacerse los importantes", "los malónes" e impresionar a los demás. Le dije que no creía eso y que no tenía necesidad de contar algo así, pues eso no lo ayudaba en nada, me reiteró que sí lo hizo, incluso lo juró. 

Quedé sin darle importancia partiendo del perfil de su personalidad.

Un día, tuve cita judicial junto a otros reclusos incluyendo a Motorcito, en el camino pensé que era la oportunidad de salir de alguna duda sobre el hecho pues los custodios al regreso, siempre comentaban mas de lo que deben. 

Al llegar al Palacio de justicia noté un conglomerado de personas mayor de lo habitual y varios policías que nos esperaban, al bajar Motorcito, los policías se avanzaron sobre el para protegerlo, al tiempo que los civiles vociferaban epítetos agresivos sobre su persona. Durante el trayecto a la segunda planta donde están las cámaras, fue un avance tortuoso, un forcejeo a empujones y golpes para poder avanzar y evitar una agresión al sujeto.

Por el contenido de los epítetos lanzados por los indignados, no me quedaron dudas de que lo contado por Motorcito era una realidad. No pude enterarme de mas detalles pues lo citaron para fijar Abogados y otros protocolos menores. En estos casos muy sensibles y traumáticos, la justicia prefiere darle largas al asunto para dar tiempo a que "se enfríe" el ambiente y facilitar la acción judicial, no son pocos los casos de ajuste de cuentas en las salas de justicia a pesar de reclusos custodiados, ya el tenía mas de cinco meses preso.

Si hubiera notado rasgos de locura o anormalidades en Motorcito, quizás hubiera tenido una explicación aunque no justificada para una acción tan salvaje y monstruosa como esa, pero su comportamiento me indicó: que era "un monstruo disfrazado de cordero"

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